04 de febrero de 2025
04 de febrero de 2025
La denominación de respirador bucal u oral hace referencia al niño que efectúa la respiración casi en su totalidad o totalmente a través de la boca y no de la nariz. Lejos de ser un problema menor, tenemos que tener cuidado. Las consecuencias pueden ser importantes.
Las causas más comunes de este modo respiratorio son:
• Obstrucción: alergias, catarros frecuentes, mucosidad excesiva, vegetaciones, etc.
• Características anatómicas: amígdalas hipertróficas, mala oclusión dentaria, tabique nasal desviado, etc.
• Malos hábitos: succión del pulgar de forma prolongada, succión de objetos, mantenimiento del biberón y del chupete durante demasiado tiempo.
Los síntomas más frecuentes que podemos encontrar en los niños respiradores bucales son los siguientes:
• Tos persistente (seca y también nocturna).
• Respiración anómala.
• Apneas obstructivas del sueño.
• Paladar estrecho y ojival, mandíbula elongada.
• Deglución atípica.
• Sinusitis.
• Rinitis.
• Otitis.
• Ojeras.
• Hipotonía en músculos faciales.
• Alteraciones posturales.
"La principal característica del niño respirador bucal es que no usa la nariz para respirar y su boca está siempre entreabierta."
Este tipo de respiración tiene consecuencias e influye en el desarrollo del niño a nivel orofacial produciendo alteraciones en su lenguaje y en su voz por:
• Hipotonía del labio inferior.
• Labio superior corto o retraído.
• Babeo (boca entreabierta).
• Lengua baja y hacia delante.
• Paladar estrecho y ojival.
• Mordida abierta o cruzada.
• Narinas estrechas.
• Problemas deglutorios.
Sin embargo, no sólo el lenguaje se ve comprometido. Las repercusiones también aparecen a nivel respiratorio, cardiovascular, del sistema nervioso, digestivo, hematológico, inmunológico y a nivel musculoesquelético. Todo esto, termina mermando el correcto desarrollo del niño.
Ante cualquiera de estos signos, es muy importante consultar a los profesionales. Deberemos consultar a un logopeda, fisioterapeuta, pediatra, otorrino, ortodoncista principalmente. La finalidad es poder establecer un diagnóstico preciso e intervenir lo antes posible para prevenir o corregir problemas derivados de este hábito.